Retrasar la edad de jubilación no es la solución

Entiendo que nuestra esperanza de vida se ha ampliado mucho en las últimas décadas y que el actual modelo de las pensiones no será viable próximamente.

Si tenemos en cuenta que a principios de 1900 los hombres y mujeres apenas llegaban a los 35 años de vida, que hasta 1960 no vivían más allá de 5 años después de jubilados, está claro que la situación futura en la que se prevé que alcancemos los 90 años para el 2050 (estudio Universidad de Cantabria), 25 años de vida más allá de la jubilación,  hará insostenible las cosas como hoy en día están.

Sin embargo, la ampliación de la edad de jubilación obligatoria y universal (actualmente ya hay muchas profesiones en las que se puede uno jubilar a los 70  años voluntariamente) no es la solución.

En la entrada anterior sobre el empleo en Alemania, apuntaba el periodista Gonzalez Urbaneja que comparándonos con Alemania nos haría falta actualmente crear casi 3 millones de empleos, al menos para lograr tasas de desempleo similares a este país. Las estimaciones para el 2050 serán que hará faltan muchos más millones de empleos aún.

El retrasar la edad 2 años no hace que se generen más empleos, sino que es una demostración que el Gobierno se ha rendido y se ve incapaz de generar esos millones de nuevos empleos. Lo único que se logra es que se tenga una población que tardará 2 años más en cobrar las jubilaciones.

La solución pasa sí o sí por crear nuevos nichos de empleo, que no dejen en la cuneta a millones de jóvenes sin futuro laboral. Para eso será necesario multiplicar por mucho las inversiones en I+D, en ayudar al registro de patentes en las Universidades, en buscar nuevos modelos productivos,  mejorar la formación del empresario y de los jóvenes.

Lo que sucede es que esto seguramente es más complicado que sacar una simple ley que retrase la edad hasta los 67 años, o los 70, o los 80.