Estatuas de Córdoba: Angel de Saavedra, Duque de Rivas

Angel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido como Duque de Rivas nació en Córdoba en el Palacio del mismo nombre actual sede de Vimcorsa, el día 10 de marzo de 1791 (fue bautizado en el sagrario de la catedral como mi hija Victoria) y falleció en Madrid un 22 de junio de 1865.

En 1823, durante el reinado absolutista de Fernando VII es condenado a muerte y tiene que desterrarse a Gribraltar, más tarde huyó a Malta, período en el que se ganaba la vida como pintor, llegando a exponer en el Louvre (1831). Escribió poesía narrativa, prosa y teatro. Cabe destacar de su obra: El moro expósito , que recoge el tema medieval de Los siete Infantes de Lara y Don álvaro o la fuerza del sino . Fue durante un breve período alcalde de Madrid (1843); embajador en París, presidente del Consejo de Estado y presidente de la Real Academia Española, recibiendo el Toisón de Oro.

Se encuentra su estatua en los Jardines de del Paseo de la Victoria, cercano al edificio denominado Pérgola, en un entorno renovado hace unos años en los que se ha eliminado mucha vegetación que ocultaba su vista.

La escultura es de Mariano Benlliure , fue inaugurada en 1926 (¿1929?) por el jefe del Gobierno, en aquel momento, el general Primo de Rivera , acompañado del alcalde don Rafael Cruz Conde y demás autoridades locales.

Estatua del Duque de Rivas 

 La escultura tiene en los lados de la base tres textos:

lateral estatua duque 1

Soy señor vuestro vasallo
Vos soy mi rey en la tierra
a vos ordenar os cumple
de mi vida y de mi hacienda
vuestro soy. Vuestra mi casa
de mi disponed y de ella
pero no toquéis mi honor
y respetad mi conciencia.

 ( Del poema Un castellano leal )

 Lateral estatua duque de rivas 2¿Por qué tiempo perder? La jaca torda
la que cual dices tu los campos borda
la que tanto te agrada
por su obediencia y brio
para ti está mi dueño enjaezada
para curra el overo
para mi el alazán gallardo y fiero. 

(De la obra Don ílvaro o la fuerza del sino )

 LAteral 3 estatua duque Jamás te olvidaré, jamás…tan sólo
trocara tu esplendor. Sin olvidarlo,
rey de la noche y de tu exelsa cumbre
la benefica llama.
Por la llama y los fulgidos destellos
que lanza reflejando al sol naciente
el arcángel dorado que corona
de Códoba, la torre.

(Del poema Al faro de Malta )

 

Lo que son las casualidades, de verdad que no había leído las cartas al Diector del Diario Córdoba, pero allí escribe una reseña Manuel Pavón Torres acerca de la estatua (y he aprovechado algún texto de su escrito). 

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