Acabo de terminar el libro del Nobel de Literatura José Saramago: Ensayo sobre la ceguera. Es el primer libro que termino de este autor. He empezado varios pero ninguno ha conseguido engancharme de principio como este, el cual he leído de un tirón hasta el final.
El estilo de este libro me recuerda a uno de Gabriel García Márquez que no usa el párrafo para separar los diálogos. Son frases largas con toda la acción y descripción seguida. Aún así te adaptas desde el inicio.
El punto de partida es una misteriosa plaga de ceguera blanca que sucede en una ciudad de cualquier país. No te deja en la oscuridad, sino en una blancura. El primer ciego, el segundo,…cada uno reacciona de manera diferente. El Gobierno decide internarlos para aislar esa plaga que no tiene cura conocida. Solamente la mujer de un oftalmólogo queda finalmente con visión y es la que relata lo que acontece de duro y cruel en el mundo que ha quedado.
Así, un grupo de personajes protagonistas quedan en una situación humana extrema: la superviviencia y la vida en un mundo de ciegos totales. La dureza de las condiciones que se agravan poco a poco, conforme la población queda ciega somete a dichos personajes a situaciones en las que cada uno reacciona según su naturaleza: con dignidad, con valor o cobardía, con fortaleza o debilidad.
Y mientras suceden los acontecimientos página a página, te lleva a reflexionar acerca de la alegoría de un mundo de ciegos, o mejor dicho, del paralelismo del mundo nuestro. Hay momentos que puedes adivinar, pero en la vida nos pasa igual: sabemos lo que puede pasar y aún así dejamos que suceda. Y en relación a la mujer que es la única que ve, es el personaje que tiene que tomar una decisión. Podría hacerse la ciega, podría intentar comportarse de forma diferente pero decide asumir un compromiso con los demás.
Es un libro que recomiendo sin duda.
El cineasta brasileño Fernando Meirelles, director de Ciudad de Dios (2002) y El jardinero fiel (2005), llevará a la pantalla Ensayo sobre la ceguera, que se rodará el año que viene en Sao Paolo de Brasil y en Toronto de Canadá.
Pues como te decÃa el otro dÃa, léete ahora «Ensayo sobre la lucidez», es igual de bueno, y te va a hacer pensar… ojalá hiciéramos muchos caso de lo que plantea en las próximas elecciones. 😉
El ensayo sobre la lucidez lo tengo pendiente y sé de que va. El otro dÃa es que no estaba. Lo compré en la estación del AVE.
Cuando lo lea lo comento.
Lo curioso es que tengo al menos 3 libros de Saramago y los he empezado los 3 pero estoy convencido que el interés que un libro pueda despertar en nosotros depende muy mucho de la edad.
Y por eso cuando no me entra algún libro que ha sido elogiado por la crÃtica entendida, lo aparco para más adelante. Asà he leÃdo libros años después que he disfrutado mucho más que cuando los intenté en su época.
Y a Saramago le pasa eso: soy demasiado joven para algunos de sus libros.
Y
Si te sirve de algo aún no he sido capaz de leer por completo «El Principito»… ¿cual es la edad recomendada y cual es la edad real de lectura? 😉
Samarago = Jaramago…. se me hace indigesto… lo siento, no tengo el mismo gusto que los suecos que lo proclamaron NOBEL. ..
Hola,es un placer saludarlos y poder comentarles que, no creo en una edad para leer determinados textos,más si creo en que el lenguaje que utilice el autor unido a nuestros conocimientos previos del mismo pueden influir para que la lectura resulte agradable o no. Gracias …un beso
Anaysabel
puede ser verdad, pero influyen más cosas quizás: la etapa de la vida, el tiempo libre disponible, las inquietudes,…pero en definitiva hace que un libro leÃdo digamos a la fuerza (opr esa educación de terminar lo que se empieza) hace que un a gran obra nos parezca una mediocridad. Posiblemente a la inversa también.
Lo de no haber leÃdo El Principito puede ser por que nos lo han metido por las narices, y al final nos sabemos de qué va y no nos atrae. Quizás seas demasiado joven aún para leerlo, juas juas.